miércoles, 26 de noviembre de 2008

TEORIA DE LA DERIVA CONTINENTAL

La teoría de la deriva continental fue propuesta originalmente por Alfred Wegener en 1912, quien la formuló basándose, entre otras cosas, en la manera en que parecen encajar las formas de los continentes a cada lado del Océano Atlántico


La teoría de la deriva continental fue sustituida en la explicación del desplazamiento continental por la teoría de la tectónica de placas, nacida en los años 1960 a partir de investigaciones de Robert Dietz, Bruce Heezen, Harry Hess, Maurice Ewing, Tuzo Wilson y otros. Según esta teoría, el fenómeno del desplazamiento sucede desde hace miles de millones de años gracias a la convección global en el manto, de la que depende que la litosfera sea reconfigurada y desplazada permanentemente.
Se trata en este caso de una explicación consistente, en términos físicos, que aunque difiere radicalmente acerca del mecanismo del desplazamiento continental, es igualmente una teoría movilista, que permitió superar las viejas interpretaciones fijistas de la orogénesis (geosinclinal y contraccionismo) y de la formación de los continentes y océanos. Por esto, Wegener es considerado, con toda justicia, su precursor y por el mismo motivo ambas teorías son erróneamente consideradas una sola con mucha frecuencia

RELIEVE CONTINENTAL



Dentro del relieve continental se diferencia una gran cantidad de tipos diferentes de formaciones. Las principales son: Montaña: Elevación rocosa de la superficie terrestre de forma cónica. Las más antiguas son bajas y redondeadas debido al desgaste que han sufrido durante el tiempo. Las más nuevas, son altas y puntiagudas. Llanura: Terreno plano y extenso con escaso desnivel que se ubican a una altura menor de 200 metros respecto del nivel del mar. Surgieron por evaporación de algunos lagos, el alejamiento de los mares o la sedimentación de sustancias arrastradas por los ríos. Plenillanura: Ondulación suave del terreno que no superan los 400 metros. Son un punto intermedio entre las llanuras y las mesetas. Surgen de un intenso desgaste de las montañas. Meseta: Terreno plano y extenso ubicado a alturas de más de 200 metros sobre el nivel del mar. Se formaron por la erosión de las montañas o el levantamiento del terreno, en forma menos brusca que las montañas. Altiplano: Meseta situada gran altura, que suelen estar limitadas por montañas. Valle: Depresión de forma alargada limitada por montañas generalmente recorridas por un río. Depresión absoluta: Area bajo el nivel del mar en tierra emergente. Como tipos secundarios de relieve se define: Macizo: Conjunto de montañas muy elevadas. Cordillera: Cadena montañosa de considerable altura y longitud. Nudo: Lugar donde se encuentran dos o más sistemas de montañas. Sierras: Cadena montañosa baja y de mediana extensión. Cerro: Elevación aislada de poca altura. Colina: Elevación redondeada de menos de 400 metros de altura. Lomada: Ondulación del terreno de poca altura. Duna: Colina de arena formada por acción del viento. Cañón: Depresión abrupta de paredes casi verticales en terrenos montañosos.
Relieve oceánico o de tierras sumergidas
El relieve oceánico es mucho menos irregular que el relieve continental debido a que no actúan sobre él los agentes externos. A medida que aumenta la profundidad también crece la quietud de las aguas. Costa: Línea de contacto de la superficie continental y el mar. Plataforma continental: Continuación del declive del continente que se encuentra bajo las aguas oceánicas hasta una profundidad de 200 metros. Su extensión depende del relieve continental. La plataforma es amplia cuando es continuación de una llanura y estrecha cuando lo es de un relieve montañoso. Borde continental: Punto donde la plataforma continental cae abruptamente formando el talud continental. Talud continental: Pendiente en forma de barranca que llega al fondo oceánico. Forma la pared del continente. Fosa oceánica: Cavidad estrecha y alargada en el fondo oceánico que presenta las mayores profundidades. Fondo abisal: Llanura que forma el fondo oceánico. Dorsal oceánica: Cordillera submarina que dividen las cuencas oceánicas.

VULCANISMO


es un fenómeno que consiste en la salida desde el interior de la Tierra hacia el exterior de rocas fundidas o magma, acompañada de emisión a la atmósfera de gases. El estudio de estos fenómenos y de las estructuras, depósitos y formas que crea es el objeto de la vulcanología.
El magma y los gases rompen las zonas más débiles de la corteza externa de la Tierra o litosfera para llegar a la superficie. Estas debilidades se encuentran sobre todo a lo largo de los límites entre placas tectónicas, que es donde se concentra la mayor parte del vulcanismo. Cuando el magma y los gases alcanzan la superficie a través de las chimeneas o fisuras de la corteza, forman estructuras geológicas llamadas volcanes, de los que hay varios tipos. La imagen clásica del volcán, ejemplificada por el monte Fuji Yama de Japón o por el monte Mayon de Filipinas, es una estructura cónica con un orificio (cráter) por el que emiten (si está activo) cenizas, vapor, gases, roca fundida y fragmentos sólidos, con frecuencia de manera explosiva. Pero en realidad, esta clase de volcanes, aunque no son infrecuentes, supone menos del 1% de toda la actividad volcánica terrestre.
Al menos el 80% del vulcanismo se concentra en las largas fisuras verticales de la corteza terrestre. Este vulcanismo de fisura ocurre sobre todo en los bordes constructivos de las placas en que está dividida la litosfera. Tales bordes constructivos están marcados por cadenas montañosas oceánicas (dorsales oceánicas) en las que se crea continuamente nueva corteza a medida que las placas se separan. De hecho, es el magma ascendente enfriado producido por el vulcanismo de fisura el que forma el nuevo fondo oceánico. Por tanto, la mayor parte de la actividad volcánica permanece oculta bajo los mares.
¿Qué es un volcán?
Un Volcán es una formación geológica que consiste en una fisura en la corteza terrestre sobre la que se acumula un cono de materia volcánica. En la cima del cono hay una chimenea cóncava llamada cráter. El cono se forma por la deposición de materia fundida y sólida que fluye o es expelida a través de la chimenea desde el interior de la Tierra. El estudio de los volcanes y de los fenómenos volcánicos se llama vulcanología.
La mayoría de los volcanes son estructuras compuestas, formadas en parte por corrientes de lava y materia fragmentada. El Etna, en Sicilia, y el Vesubio, cerca de Nápoles, son ejemplos famosos de conos compuestos. En erupciones sucesivas, la materia sólida cae alrededor de la chimenea en las laderas del cono, mientras que corrientes de lava salen de la chimenea y de fisuras en los flancos del cono. Así, el cono crece con capas de materia fragmentada y con corrientes de lava, todas inclinadas hacia el exterior de la chimenea.
Algunas cuencas enormes, parecidas a cráteres, llamadas calderas y situadas en la cumbre de volcanes extintos o inactivos desde hace mucho tiempo, son ocupadas por lagos profundos, como el lago del Cráter, en Óregon , o por llanuras planas, como el amplio valle Caldera en el norte de Nuevo México, ambos en Estados Unidos.

SISMICIDAD


La sismología es una ciencia que estudia los terremotos. Implica la observación de las vibraciones naturales del terreno y de las señales sísmicas generadas de forma artificial, con muchas ramificaciones teóricas y prácticas. Como rama de la geofísica, la sismología ha aportado contribuciones esenciales a la comprensión de la tectónica de placas, la estructura del interior de la Tierra, la predicción de terremotos y es una técnica valiosa en la búsqueda de minerales.
2.0 Fenómenos sísmicos
La deformación de los materiales rocosos produce distintos tipos de ondas sísmicas. Un deslizamiento súbito a lo largo de una falla, por ejemplo, produce ondas primarias, longitudinales o de compresión (ondas P) y secundarias, denominadas transversales o de cizalla (ondas S). Los trenes de ondas P, de compresión, establecidos por un empuje (o tiro) en la dirección de propagación de la onda, causan sacudidas de atrás hacia adelante en las formaciones de superficie. La velocidad de propagación de las ondas P depende de la densidad de las rocas. En la propagación de las ondas de cizalla, las partículas se mueven en dirección perpendicular a la dirección de propagación. Las ondas P y las ondas S se transmiten por el interior de la Tierra; las ondas P viajan a velocidades mayores que las ondas S.
Terremotos y ondas sísmicas Los terremotos se producen cuando se libera de forma súbita la presión o tensión almacenada entre secciones de roca de la corteza, causando temblores sobre la superficie terrestre. El lugar en el que las capas de roca se desplazan y disponen unas en relación a otras se llama foco, centro efectivo del terremoto. Justo encima del foco, un segundo lugar llamado epicentro señala el punto superficial donde la sacudida es más intensa. Las ondas de choque se propagan como ondulaciones desde el foco hasta el epicentro decreciendo en intensidad. Los tipos principales de ondas sísmicas son las ondas primarias (ondas P) y las de cizalla (ondas S). Las ondas P desplazan las partículas en la misma dirección que la onda (izquierda). Son las detectadas primero porque son más rápidas que las S (derecha), que provocan vibraciones perpendiculares a la dirección de propagación
Cuando las ondas P y S encuentran un límite, como la discontinuidad de Mohorodovicic (Moho), que yace entre la corteza y el manto de la Tierra, se reflejan, refractan y transmiten en parte y se dividen en algunos otros tipos de ondas que atraviesan la Tierra. Las rocas graníticas corticales muestran velocidades típicas de onda P de 6 km/s, mientras que las rocas subyacentes máficas y ultramáficas (rocas oscuras con contenidos crecientes de magnesio y hierro) presentan velocidades de 7 y 8 km/s respectivamente.
Además de las ondas P y S -ondas internas o de volumen-, hay dos tipos de ondas superficiales: las ondas de Love, llamadas así por el geofísico británico Augustus E. H. Love, y las ondas de Rayleigh, que reciben este nombre en honor al físico británico. Las ondas superficiales sólo se propagan por la superficie terrestre y son las causantes de los mayores destrozos. Las ondas superficiales son más lentas que las ondas internas.

ERAS GEOLOGICAS

En geología, era se refiere a un periodo de tiempo extremadamente largo, millones de años, que abarca importantes procesos geológicos y biológicos. Cinco Eras han ocurrido en la historia de la tierra: era arcaica, Paleozoica o primaria, Mesozoica o secundaria y Cenozoica o terciaria, era cuaternaria o antropozoica actual son parte del Eón Fanerozoico

Las eras son subdivisiones de los eones, definidas a partir de grandes discordancias que señalan el inicio de distintos ciclos orogénicos. Así, el Fanerozoico lo integran tres eras geológicas: la Paleozoica, , la Mesozoica,, y la Cenozoica el presente.
Antiguamente al Paleozoico se le llamaba "Primario" y al Mesozoico "Secundario", pero esas denominaciones han caído en desuso a favor de denominaciones biológicas, que coinciden con el carácter de los fósiles encontrados en los estratos; sin embargo se sigue utilizando el término "Terciario" para el Cenozoico, más por costumbre muy arraigada que por precisión terminológica.


ERA AZOICA.
Sin vida se estaban formando los continentes
Areaico
Precámbrico
Proterozaico
Características:
Se solidifica la corteza terrestre
Se forman los océanos
Probablemente surgen bacterias capaces de realizar la fotosíntesis
Surgen organismos autotrofos como cianobacterias
Evolucionan organismos gerobios, hubo una gran glaciación
Desplazamiento de los continentes y formación de mares.
Godwana
Pangea
Laurasia
Cámbrico: vida exclusivamente marina predominan los trilobites, celenterados y briozarios.
Ordovicico: primeros vertebrados à peces agnatos
Situricos: evolución y diversificación de los peces
Devónico: los peces evolucionan a anfibios
Carbonifero: evolucionan los gimnospermas y los réptiles
Permico: cambios climáticos algunos mares desaparecen y emergen tierras desaparecen los trilobites.
La ERA PALEOZOICA se conoce como era de los trilobites.
ERA CENOZOICA.
La era terciaria o Cenozoica (vida moderna) con duración de 71 millones de años comprendió 2 periodos: el Paleogeno y el Neógeno y correspondía a la edad de los mamíferos y de las aves. Durante esta era ocurrieron: el desarrollo de los tipos superiores de invertebrados y de los vegetales, el desarrollo y evolución de los mamíferos placentados hacia los tiempos modernos.
Es necesario informar aquí que en los periodos, se subdividieron además en épocas que en ocasiones llevaban nombres específicos y en otros simplemente ordinales: Inferior, Media, Superior, por ejemplo: en el periodo Cretáceo las épocas fueron inferior, Media y Superior, en tanto que en el periodo Neógeno, las épocas fueron Mioceno y Plioceno.

ESTRUCTURA INTERNA DE LA TIERRA

El estudio de los terremotos ha permitido definir el interior de la Tierra y distinguir tres capas principales, desde la superficie avanzando en profundidad, en función de la velocidad de propagación de las ondas sísmicas. Dichas capas, apreciables en un corte transversal, son: corteza, manto y núcleo. También la información que nos proporcionan los meteoritos puede ser de gran utilidad para conocer la composición de los materiales del interior de la Tierra. Los métodos de datación sitúan la edad de algunos meteoritos en unos 4500 millones de años coincidente con la edad de la tierra. Se cree que la composición de muchos meteoritos es idéntica a la de algunas capas del interior terrestre.



La corteza
Con el nombre de corteza se designa la zona de la Tierra sólida situada en posición más superficial, en contacto directo con la atmósfera, la hidrosfera y la biosfera. La corteza terrestre presenta dos variedades: corteza oceánica y corteza continental.


La corteza oceánica
La corteza oceánica tiene un grosor aproximado de 10 km; no obstante, esta cifra decrece notablemente en determinados puntos del planeta, como en el rift valley, en el área central de las dorsales oceánicas, donde alcanza un valor prácticamente equivalente a O. En dicha zona, el magma procedente del manto aflora directamente. En la corteza oceánica se pueden distinguir diversas capas. Los sedimentos que forman la primera tienen un espesor situado entre 0 y 4 km; la velocidad media de propagación de las ondas sísmicas alcanza los 2 km/s. A continuación se localiza una franja de basaltos metamorfizados que presentan entre 1,5 y 2 km de grosor; la velocidad de las ondas es en este punto de 5 km/s. La tercera capa de la corteza oceánica, formada por gabros metamorfizados, mide aproximadamente 5 km; en ella, la velocidad media queda comprendida entre 6,7 y 7 km/s. tambien una última parte, donde se registra la máxima velocidad (8 km/s); está constituida por rocas ultra básicas cuyo espesor ronda el medio kilómetro.


La corteza continental
Con un espesor medio de 35 km, la corteza continental incrementa notablemente este valor por debajo de grandes formaciones montañosas, pudiendo alcanzar hasta 60-70 km. Aparece dividida en dos zonas principales: superior e inferior, diferenciadas por la superficie de discontinuidad de Conrad. En este plano existe un brusco aumento de la velocidad de las ondas sísmicas, que, no obstante, no se registra er~ todos sus puntos. Consecuentemente, puede afirmarse que no hay una separación nítida entre ambas capas. La corteza superior presenta una densidad medía de 2,7 kg/dm3 y, en el continente europeo, su espesor medio se sitúa en algo más de 810 km. Los materiales que la constituyen son rocas sedimentarias dispuestas sobre rocas volcánicas e intrusivas graníticas. La corteza inferior contiene rocas metamorfizadas cuya composición es intermedia (entre granito y. diorita o gabro); su densidad equivale a 3 kg/dm3.


El manto
En un nivel inmediatamente inferior se sitúa el manto terrestre, que alcanza una profundidad de 1900 km. La discontinuidad de Mohorovicic, además de marcar la separación entre la corteza y el manto terrestres, define una alteración en la composición de las rocas; si en la corteza —especialmente en la franja inferior— eran principalmente basálticas, ahora encontramos rocas mucho más rígidas y densas, las peridotitas. Hay que hacer notar que la discontinuidad de Mohorovicic se encuentra a diferente profundidad, dependiendo de que se sitúe bajo corteza oceánica o continental. El manto se puede subdividir en manto superior e inferior.
El manto superior se prolonga hasta los 650 o los 700 km de profundidad. En este punto, la velocidad de las ondas sísmicas se incrementa, al aumentar la densidad. A su vez, en el manto superior pueden diferenciarse dos regiones; en la superficial, el incremento de velocidad es constante con relación a la profundidad, mientras que en la inferior la velocidad decrece súbitamente. Como resultado de la fusión que experimentan las peridotitas en esta última capa, su rigidez disminuye con relación a la capa superior.
El grosor del manto inferior varía entre 650-700 km —bajo la astenosfera— y 2.900 km —en la discontinuidad de Gutenberg, que marca la separación entre el manto y el núcleo—. En la parte interna de esta capa, tanto la densidad —que pasa de .4 kg/dm3 a 6 kg/dm3, aproximadamente— como la velocidad aumentan de manera constante.


El núcleo
Los principales elementos constitutivos del núcleo terrestre son dos metales: hierro y níquel. A partir del límite marcado por la discontinuidad de Gutenberg, la densidad experimenta un súbito aumento, desde 6 a 10 kg/dm3, aproximadamente. Por otra parte, la velocidad de las ondas sísmicas primarias experimenta un rápido descenso —se pasa de 13 km/s a 8 km/s—, al tiempo que no se registra propagación de ondas secundarias hasta profundidades de 5.080 km. En este último punto, conocido como discontinuidad de Lehmann, la velocidad de las ondas primarias vuelve a incrementarse, situándose en torno a los 14 km/s en el centro del globo terrestre.
Existe un núcleo superior y un núcleo inferior; el primero, con ausencia de ondas secundarias, aparece fundido, mientras que el segundo se encuentra en estado sólido.
La investigación de los fondos oceánicos
La aplicación de grandes avances tecnológicos al estudio de los océanos ha permitido, en las últimas décadas, conocer a fondo aspectos enormemente relevantes de su geología y su morfología. Como resultado, existen en la actualidad mapas precisos de los fondos oceánicos. Elementos característicos de la geografía submarina son los márgenes continentales, las cuencas oceánicas y las dorsales.
Los márgenes continentales
La prolongación de los continentes por debajo del nivel del mar constituye los márgenes continentales, formados por corteza continental. Se distinguen tres zonas principales: la plataforma, el talud y la elevación.
La plataforma continental, una zona que se inclina paulatinamente hasta llegar al talud, puede no presentarse o, por el contrario, alcanzar una extensión de cientos de kilómetros. Aparece recubierta por materiales resultantes de la erosión de la tierra emergida, que han sido transportados por los cursos fluviales.
En torno a —200 m aparece el talud, una pendiente horadada por los denominados cañones submarinos, por los que «viajan» sedimentos procedentes de la plataforma o bien consecuencia de grandes desprendimientos submarinos provocados por los terremotos. La acumulación de sedimentos determina el surgimiento de abanicos, por la forma que adquiere el depósito, que conforman la elevación continental, a veces muy extensa pero generalmente con poca pendiente.
Las cuencas
Las cuencas, cuya profundidad puede superar los 4.000 m, están formadas por corteza oceánica. En ellas pueden individualizarse diversas formas, desde antiguos volcanes, que hoy son montañas submarinas, hasta áreas deprimidas de perfil estrecho y alargado, las denominadas fosas oceánicas, que marcan el punto de contacto entre las placas litosféricas.
Las dorsales oceánicas
Por su parte, las dorsales oceánicas son cadenas montañosas de considerable longitud —de hecho, las más largas del planeta—, que se extienden de forma ininterrumpida por los océanos, a través de unos 80.000 km; su anchura es de 2 .000 km aproximadamente. Están formadas por crestas de origen volcánico, con una altitud media aproximada de 2.000 m sobre el fondo. No obstante, en algunos puntos de la Tierra, por ejemplo en Islandia, pueden llegar a emerger. Las dorsales, centro de actividad sísmica de notable intensidad, aparecen cortadas por numerosas fallas de gran tamaño, denominadas fallas transformantes.


LITOSFERA Y ASTENOSFERA
La franja superior de la superficie terrestre se encuentra dividida en dos partes:
• La litosfera, formada por la corteza y la zona externa del manto superior, es bastante rígida, presenta aproximadamente 100 km de espesor y en ella, la velocidad de las ondas sísmicas aumenta constantemente en función de la profundidad.
• La astenosfera es la franja inferior del manto superior, que se encuentra fundida parcialmente. Se extiende hasta los 400 km, punto en el que el manto recupera sus características de solidez y rigidez, puesto que la velocidad de las ondas sufre una nueva alteración muy brusco.

PROYECCIONES DE LA TIERRA






La proyección geográfica es un sistema de representación gráfico que establece una relación ordenada entre los puntos de la superficie curva de la Tierra y los de una superficie plana (mapa). Estos puntos se localizan auxiliándose en una red de meridianos y paralelos, en forma de malla. La única forma de evitar las distorsiones de esta proyección sería usando un mapa esférico pero, en la mayoría de los casos, sería demasiado grande para que resultase útil.
Una buena proyección debe tener dos características, que conserve las áreas (equivalencia) y que conserve los ángulos (conformidad). Desgraciadamente no es posible tener ambas características a la vez, sería como hallar la cuadratura del círculo, por lo que hay que buscar soluciones intermedias. Cuando una proyección conserva los ángulos de los contornos se dice que es ortomórfica o conforme, pero estas proyecciones no conservan las áreas.
Dependiendo de cuál sea el punto que se considere como centro del mapa, se distingue entre proyecciones polares, cuyo centro es uno de los polos; ecuatoriales, cuyo centro es la intersección entre la
línea del Ecuador y un meridiano; y oblicuas o inclinadas, cuyo centro es cualquier otro punto.
Se distinguen cuatro tipos de proyecciones básicas: cilíndricas, cónicas, azimutales y modificadas.









cilindrica



En esta se proyecta el globo terrestre sobre un cilindro. Es una de las más utilizadas aun cuando por lo general en forma modificada, debido a las grandes distorsiones que ofrece en las zonas de latitud elevada, cosa que impide ver en sus verdaderas proporciones las regiones polares. Es utilizada en la creación de algunos mapamundis.








azimutal


En este caso se proyecta una porción de la Tierra sobre un disco plano tangente al globo en un punto seleccionado, obteniéndose la visión que se lograría ya sea desde el centro de la Tierra o desde un punto del espacio exterior. Si la proyección es del primer tipo se llama proyección gnomónica; si del segundo, ortográfica. Estas proyecciones dan una mayor distorsión cuanto mayor sea a su vez la distancia al punto tangencial de la esfera y del plano




conica


La proyección cónica cartográfica se obtiene proyectando los elementos de la superficie esférica terrestre a un cono tangente, tomando el vértice en el eje que une los dos polos.